No quiero cuestionarme eternamente todo.
Quiero actuar.
Y actuar en función de mi discurso.
Pero se me hace cuesta arriba romper la estructura y hacer lo que siento que tengo que hacer.
Siempre digo que me es más fácil identificar lo que no quiero de lo que quiero. Y que este concepto es mi brújula.
Ahora tengo más que nunca claro lo que no quiero, y varias cosas que sí quiero.
Sin embargo, me invade algo que no se que adjetivo usar para describir.
Sé que es un cambio importante.
Sé que tiene consecuencias, y que no sé muy bien cuales son.
Me pesa. Estoy más atada a la estructura de lo que pensaba.
Pero bueno.
Es el momento.
Como dice mi hermano Javi, "la foto sale"
Cuestionarse es bueno, sin cuestionamientos de las estructuras que nos gobiernan no podriamos delucidar qué es lo que queremos o adónde nos dirigimos.
ResponderEliminarComo dice Bob Black: si los anarquistas no han aprendido cómo revolucionar el mundo, afortunadamente han aprendido los métodos para no hacerlo. No es mucho, pero ya es alguna cosa.
A mi me pasa igual, pero ten en cuenta que al menos ya sabemos por donde va la cosa, qué es lo que no deseamos, además que plantearse un modo de actuar ideal no es algo que se pueda hacer asi nomas porque hay el riesgo de repetir las viejas formas de dominación. Nunca dejes de cuestionarte y actúa segun tu parecer. No lo pienses mucho y busca metodos practicos.